Sonriendo a las estrellas

Y al tercer ciclo, su voluntad se desplomó sonriendo.
Entendí que no vería luna esa noche,
ella ya tenía sus estrellas...
La decepción de mi cuerpo la compensaba el mártir de mi conciencia.
Y aunque toda alegría puede tomarse como recompensa,
al soldado que nace para la guerra no le basta:
para él, una batalla evitada es una experiencia perdida,
el "vine, vi y vencí" es para los emperadores
que apenas se esfuerzan
y que no quieren marcas,
es lo que él piensa.
Sin sudor no quiero victoria,
sin esfuerzo no quiero recompensa.
Estoy cansado de enemigos débiles:
sueño con el día en que te atrevas a luchar conmigo,
que disfrutemos de la batalla durante horas
y, al mismo tiempo, caigamos rendidos,
boca arriba,
observando la misma luna
y sonriendo a las estrellas.

Comentarios

  1. ¡Cuánto sentimiento! ¡Cuántas sensaciones!
    :D

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  2. AMIGO!!! Me gusta mucho como escribes, con esta particularmente me siento identificada. Gracias por compartir palabras tan hermosas ( ella ya tenia sus estrellas...) BRAVOOOOOOOOOOOOOO :))

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